domingo, 10 de febrero de 2013

Esto que solemos llamar vida.

"Y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente". Kurt Cobain

Todo se acaba, como un cuento. Pasamos páginas y quemamos libros. Cambiamos de gentes y de ambientes. Buscando algo nuevo o tal vez, recuperar algo perdido.

Echamos gente de nuestro lado, o encontramos personas nuevas. Desvelamos secretos y creamos otros nuevos.

Cambiamos de carácter. Nos volvemos más huraños, o sociables. Más irónicos..

Somos un cambio constante, tanto por fuera como por dentro.

Quizás en nosotros esté el cambio más difícil. Interiormente podemos estar en ruinas, completamente edificados o quién sabe, en reconstrucción.

La cuestión es no quedarnos estáticos, quietos, no evolucionar. Quedarse así no es más que una llamada de atención para la soledad.

Y supongo que no hay peor ruina que la de sentirse solo por fuera y por dentro.