"Y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente". Kurt Cobain
Todo se acaba, como un cuento. Pasamos páginas y quemamos libros. Cambiamos de gentes y de ambientes. Buscando algo nuevo o tal vez, recuperar algo perdido.
Echamos gente de nuestro lado, o encontramos personas nuevas. Desvelamos secretos y creamos otros nuevos.
Cambiamos de carácter. Nos volvemos más huraños, o sociables. Más irónicos..
Somos un cambio constante, tanto por fuera como por dentro.
Quizás en nosotros esté el cambio más difícil. Interiormente podemos estar en ruinas, completamente edificados o quién sabe, en reconstrucción.
La cuestión es no quedarnos estáticos, quietos, no evolucionar. Quedarse así no es más que una llamada de atención para la soledad.
Y supongo que no hay peor ruina que la de sentirse solo por fuera y por dentro.