jueves, 13 de febrero de 2014

Sin término medio

Aniquilaba ciudades con una sonrisa.
Tenía unos ojos que te mordían
los fantasmas del alma 
todos los 13 de febrero. 
Del año que él quisiera.
Con su lengua firmaba guerras
en todos los "déjame en paz"
de cualquier par de piernas bonitas de Madrid.

Tiene las carcajadas ordenas
por orden alfabético de ausencias
y las saca a pasear todos los domingos,
que no estaba conmigo.

Dice que su habitación solo huele a semen
y al perfume de todos los amores
que no tuvo.
Que está llena de libros
y de los trozos de todos los espejos
que debería haber roto
y no lo hizo.

Quiere estar junto a alguien
aunque sea a pedazos
a rotos
pero nunca a ratos.
"Tengo equilibrio,
pero no término medio"
me dice
y suspira.
"A veces mis monstruos
ganan la partida.
Otras, simplemente abandono".

Hace tiempo que vive con el corazón
escondido
detrás de una máscara.
Y que hace años
que sufre
una sensación de ahogarse
viendo como el mundo toma aire.

Emocionalmente es un volcán
pero de vez en cuando
le gusta
hacer sentir ese calor
a algún que otro cuerpo.

jueves, 6 de febrero de 2014

La historia de un niño que se hacía llamar 'Misterio'

Érase una vez un niño, que parecía tan normal y tan corriente como cualquiera. Salvo por una cosa, nadie sabía su nombre, nadie sabía quién era ese niño. Él mismo se hacía llamar 'Misterio', porque es lo que prentendía ser para los demás.
'Misterio' había visto y vivido mucho, era un viejo con rostro de niño. Había visto tanto horrores.. Especialmente uno, la devastación que podía causar el amor; así que tomó una decisión que determinaría su vida para siempre: cogió su corazón y lo ató con mil cuerdas dentro de su pecho, lo amordazó, lo silenció, lo aisló.
El niño 'Misterio' pensó que con esto, no tendría sentimientos y que por tanto, no sufría. Al principio todo fue bien pero, poco a poco, 'Misterio' se fue volviendo indiferente a todo. No sonreía de verdad, no lloraba, no sentía absolutamente nada. Pero no le importaba, él se creía invulnerable, porque llegó a conocer todos los secretos y debilidades de los demás.
Pero un día la madre de 'Misterio' cayó gravemente enferma. Nadie sabía nada, nadie quería ayudar. El niño 'Misterio' no sabía que hacer, su madre era la razón de su existencia, antes se corazón latía por ella. 'Misterio' creyó volverse loco, se llamaba así mismo cobarde por no poder afrontarlo.
(...)
Tiempo después su madre se recuperó. Y quiso agradecer a su hijo el haber estado con ella. Y cuando lo encontró deseó no haberlo hecho. El niño 'Misterio', su pequeño hijo con alma de niño, se había suicidado. Él no había encontrado la forma de afrontar la grave enfermedad de su madre. No tenía forma de sacar todos esos sentimientos porque se había amordazado el corazón y éstos le estaban afixiando. Y finalmente, en un ataque de locura, se había arrancado el corazón, intentando sacar todo aquello que había intentado reprimir dentro.
La madre de 'Misterio' lloró su muerte mucho tiempo, pero intentó enseñarle a todo el mundo lo que la muerte del niño había significado: que era imposible escapar de los sentimientos, porque tarde o temprano acababan saliendo y podían hacer el doble de daño.