Su cabeza era un mundo
inexplorado.
Puede que con algún kilómetro
de más
y un sentimiento
de menos.
No sé.
Convive
a hostias
con la autodestrucción,
alguna que otra cicatriz
y más de alguna lección
aprendida.
Siempre se ha visto
mediocre
en medio de gente
que sobresale.
Alguna vez
fue la mejor en algo,
sin contar el ser un desastre.
Supongo que ella brilla,
pero poco.
En algún sitio oyó eso de
'no quiero a una mujer cuerda,
porque las cuerdas atan'.
Y le dió permiso a su locura
para escaparse.
De momento ha conseguido
que los pájaros
que le rondaba por la cabeza,
se queden con ella.
Pero en el brazo.
Como desafío al mundo
de que esos pájaros son suyos
y de nadie más.