domingo, 30 de septiembre de 2012

El tiempo y las cicatrices, enseñan

Con el tiempo y con ayuda de gente que sabe a que ritmo late mi corazón, he aprendido unas cuantas cosas. Pero la más importante es, y siempre será, esta:Cuando pienso que me tengo que retirar, ahí llega mi amigo, ese que pase lo que pase luchará conmigo. El mismo que cuando le pregunto si se rie de mi, siempre me contesta: "no, me rió contigo". Y por muchos pequeños enfados que tengamos, al rato me dice cualquier tontería y nos reconciliamos. ¿Qué sería de esta vida sin amistad? dime, ¿Cómo podría una sola persona enfrentarse a esta dura realidad? Amigos falsos hay mil y por eso he llegado a esta conclusión: los amigos verdaderos no se cuenta con la mano, ¡NO! se cuenta con el corazón