jueves, 6 de febrero de 2014

La historia de un niño que se hacía llamar 'Misterio'

Érase una vez un niño, que parecía tan normal y tan corriente como cualquiera. Salvo por una cosa, nadie sabía su nombre, nadie sabía quién era ese niño. Él mismo se hacía llamar 'Misterio', porque es lo que prentendía ser para los demás.
'Misterio' había visto y vivido mucho, era un viejo con rostro de niño. Había visto tanto horrores.. Especialmente uno, la devastación que podía causar el amor; así que tomó una decisión que determinaría su vida para siempre: cogió su corazón y lo ató con mil cuerdas dentro de su pecho, lo amordazó, lo silenció, lo aisló.
El niño 'Misterio' pensó que con esto, no tendría sentimientos y que por tanto, no sufría. Al principio todo fue bien pero, poco a poco, 'Misterio' se fue volviendo indiferente a todo. No sonreía de verdad, no lloraba, no sentía absolutamente nada. Pero no le importaba, él se creía invulnerable, porque llegó a conocer todos los secretos y debilidades de los demás.
Pero un día la madre de 'Misterio' cayó gravemente enferma. Nadie sabía nada, nadie quería ayudar. El niño 'Misterio' no sabía que hacer, su madre era la razón de su existencia, antes se corazón latía por ella. 'Misterio' creyó volverse loco, se llamaba así mismo cobarde por no poder afrontarlo.
(...)
Tiempo después su madre se recuperó. Y quiso agradecer a su hijo el haber estado con ella. Y cuando lo encontró deseó no haberlo hecho. El niño 'Misterio', su pequeño hijo con alma de niño, se había suicidado. Él no había encontrado la forma de afrontar la grave enfermedad de su madre. No tenía forma de sacar todos esos sentimientos porque se había amordazado el corazón y éstos le estaban afixiando. Y finalmente, en un ataque de locura, se había arrancado el corazón, intentando sacar todo aquello que había intentado reprimir dentro.
La madre de 'Misterio' lloró su muerte mucho tiempo, pero intentó enseñarle a todo el mundo lo que la muerte del niño había significado: que era imposible escapar de los sentimientos, porque tarde o temprano acababan saliendo y podían hacer el doble de daño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario